Lo nunca visto en Hungría: entre 180 000 y 200 000 personas se reunieron en Budapest el 28 de junio para manifestarse a favor de los derechos LGBT+ durante la marcha del Orgullo a pesar de que el gobierno de Viktor Orbán lo hubiese prohibido con penas de persecución judicial para los organizadores y cuantiosas multas para los participantes. El mismo día también desfilaron algunas contramanifestaciones de extrema derecha, estas con el permiso de la policía.
La prohibición del Orgullo por el poder ha otorgado a la manifestación una importancia especial. Muchas personas que nunca se habían comprometido con la lucha por los derechos de las minorías sexuales y de género, este año han participado para defender el derecho a la manifestación, las libertades fundamentales, y más en general, protestar contra el poder. El gran ausente fue Péter Magyar, el principal opositor político de Orbán, quien a pesar de todo atacó al primer ministro en un mensaje de Facebook.
Según algunos observadores, participar en un evento que divide a los húngaros habría podido perjudicar la imagen del representante de toda la ciudadanía, sin afiliación a ningún partido, en la que Magyar basa su éxito. A su partido se le atribuye un 46,4 % de intención de voto, frente a un 35,4 % para el Fidesz de Viktor Orbán.
¿Aprecias nuestro trabajo?
Ayúdanos a sacar adelante un periodismo europeo y multilingüe, en acceso libre y sin publicidad. Tu donación, puntual o mensual, garantiza la independencia de la redacción. ¡Gracias!

Participa en el debate
Hacerse miembro para traducir los comentarios y participar