Los bancos chipriotas reabrieron sus puertas el 28 de marzo, tras 12 días de cierre. A pesar del temor que existía ante una posible retirada masiva de dinero y de que se produjesen incidentes, los clientes esperaron tranquilamente haciendo cola.
“En las filas de espera, había dignidad, calma, paciencia, confianza en sí mismos y esperanza. Ayer, en las colas de espera, se respiraba fuerza, bondad y confianza”, reitera el diario.
Chipre, “una bella isla y un verdadero pueblo que no han conseguido tener dirigentes que los representen y que defiendan realmente sus intereses”, lamenta el diario.
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