La Autoridad de Competencia está examinando a los mayores bancos de Portugal como parte de una investigación por presunta fijación de tipos de interés hipotecario.
La operación tiene lugar después de que la Autoridad accediera a información que apuntaba a que los bancos compartieron información confidencial. Los bancos han denegado el supuesto, que supondría atentar contra las leyes sobre la competencia. Si se demuestra su responsabilidad, se enfrentan a multas que podrían alcanzar el 10% de su cifra de negocio.
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