
Durante 2011 y 2012, Portugal redujo en 3.700 millones de euros su gasto social, lo que equivale prácticamente a los 4.000 millones de euros en recortes adicionales en gasto público que la troika y el Gobierno quieren llevar a cabo en 2013 y 2014.
Aunque el país está por debajo de la media europea en gasto social como parte del Producto Interior Bruto (PIB), la recesión que se agrava parece haber tomado "por sorpresa" a los planes de recortes del Gobierno y de la troika -BCE, FMI y UE-.
El séptimo examen del acuerdo de rescate portugués, que comenzó el 25 de febrero y que durará unas dos semanas, estará marcado por el intento de Lisboa para flexibilizar los términos de la austeridad, con el objetivo de hacer frente a un desempleo creciente y evitar que el país caiga en una espiral de recesión.
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