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A pesar de una suavización de la política de inmigración, Alemania no atrae a suficiente personal cualificado para satisfacer sus necesidades en industria e informática. Desde agosto de 2012, trabajadores cualificados se benefician de la "Blue card", que suaviza las condiciones salariales para obtener un permiso de residencia.
Según la OCDE, 25.000 inmigrantes laborales provenientes de países no europeos vienen cada año a Alemania, lo que corresponde al 0,02% de la población. Australia, Dinamarca o el Reino Unido, atraen entre cinco y diez veces más de inmigrantes.
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