"Fiat se escinde", titula Il Sole 24 Ore en relación al anuncio que el directivo Sergio Marchionne realizó el lunes pasado sobre el abandono por parte de la industria automovilística líder de Italia de Confindustria, la asociación de empresarios italianos. Tras meses de desgaste y después de la huelga general convocada el pasado 6 de septiembre por CGIL, el mayor sindicato de Italia, la gota que colmó el vaso fue la decisión de Confindustria de dejar de lado una norma aprobada recientemente que facilitaba los despidos.
El periódico propiedad de Confindustria Il Sole condena enérgicamente la jugada "política" de Marchionne y aboga por pactar con el sindicato, "una fuerza social de seis millones de personas, más fuerte que cualquier partido político". La línea dura que Fiat mantiene respecto a la reforma laboral podría poner en peligro la cohesión social, "un activo clave para la competitividad italiana. Alguna razón habrá para que todavía no hayamos visto indignados fuera de control como en otras partes".
Por otro lado, el diario controlado por Fiat, La Stampa, se alinea con Marchionne y advierte que ceder ante las exigencias de los sindicatos es equiparable a "optar por la irrelevancia internacional, volverse un país museo. Italia debe decidir si todavía quiere desempeñar un papel económico de liderazgo, y no puede defender los derechos colectivos sin sacrificar los de los parados y los jóvenes, tal y como desgraciadamente está ocurriendo".
En cualquier caso, para La Repubblica se trata de un "momento histórico". "Durante un siglo Fiat y Confidustria han sido una sola pieza. La primera solía decidir quién sería el presidente de la segunda. Un 'sólido poder' que dictaba políticas a los gobiernos. [...] Conforme se aleja de Confindustria, Fiat parece encaminarse hacia otra salida mucho más importante: la salida de Italia" con la que Marchionne ha amenazado a menudo tras su adquisición de la mayoría de acciones de Chrysler, fabricante estadounidense de coches. "La empresa ha apostado por poner toda la carne en el asador en Detroit, y combatir la competencia nacional únicamente a través de recortes en la producción y en el personal. Se está fraguando el divorcio".