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"El Vaticano acusa al Nobel", titula Corriere della Sera. El 4 de octubre, se ha concedido el premio Nobel de medicina aRobert Edwards, el biólogo británico pionero en la fertilización in vitro a finales de los años 70. La noticia ha copado todas las portadas en Italia debido a las duras críticas de Ignacio Carrasco de Paula, presidente de la Academia Pontificia para la Vida. "Una elección equivocada", se lamentó. "Sin Edwards... no habría congeladores llenos de embriones a la espera de morir", declaró. Incluso el centrista y próximo a la Iglesia Corriere se posiciona con Estocolmo: "Es un premio bien merecido",declara el genetista Edoardo Boncinelli. Aquellos que se oponen a esta elección no entienden la contribución fundamental de Edwards a la promoción de la vida".
