El periódico flamenco De Standaard anuncia que el 18 de octubre "Amberes votó no" en referéndum al proyecto de construcción de "Lange Wapper", un puente gigante de dos kilómetros de longitud que debía completar la circunvalación de la ciudad portuaria. Al no estar cerrada por el norte, todo el tráfico rodado –estimado en 250.000 vehículos al día, la mayor parte de ellos vehículos pesados procedentes de Francia y Alemania con destino a Rotterdam– se ve obligado actualmente a pasar por la parte sur de la circunvalación, lo cual paraliza diariamente el túnel Kennedy bajo el río Escaut.
Casi el 60% de la población de Amberes ha votado en contra, movilizados en gran medida por la campaña de las asociaciones locales para denunciar el aumento de partículas finas generado por el incremento del tráfico. El ministro-presidente del gobierno flamenco, Kris Peeters, que dio su apoyo al proyecto, a diferencia del alcalde de Amberes, deberá echar mano “de todo su talento político para evitar que el asunto no se convierta en motivo de discordia dentro de su gobierno y en el conjunto del paisaje político flamenco," estima el periódico, pues "por más clara y unívoca que haya sido la respuesta de los ciudadanos de Amberes, el problema no está resuelto."