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Agosto de 2009: tras un anuncio en Internet, un edificio junto al aeropuerto de Zestienhoven queda envuelto en llamas. Se trata de un barracón de obra de las empresas que están construyendo un gran centro de detención (con 320 celdas, previstas para 576 detenidos) para los extranjeros en situación irregular. El mismo día, algo más tarde, The Anarchist Fire, un grupúsculo de activistas anónimos, reivindica la acción. Incendios, intimidaciones, amenazas… Desde hace algunos años aumenta la resistencia a la política neerlandesa en materia de asilo y de extranjería, tal y como constata el Servicio de Inteligencia y de Seguridad (AIVD).
David van Ballegooijen, lo ha sufrido en primera persona. El 20 de febrero de 2007, se quedó perplejo al salir de su domicilio en Zeist. La fachada estaba cubierta de pintura roja. Al principio pensó que se trataba de un acto vandálico, hasta que recibió un comunicado anónimo: "Sangre en sus manos, manchas de sangre en la pared (...) Esto es sólo un aviso (...) Ninguna de las personas que colabore con la política inhumana con respecto a los refugiados quedará en el anonimato". Van Ballegooijen lo entiende entonces rápidamente: fue elegido presidente local de su partido cristiano y votó a favor de la ampliación del centro de detención para extranjeros en situación irregular de Kamp Zeist. "Si la gente no está de acuerdo con las decisiones políticas, les invito a que llamen a mi puerta durante el día", afirma. "Pero arrojar una bomba de pintura en plena noche es de cobardes". La misma noche, el grupo de acción visita a otros cinco presidentes de grupos parlamentarios. En casa de Karst Schuring, del Partido Laborista, el ataque fue más duro. El saco lleno de pintura aterrizó en la habitación de su hija.
Decenas de empresas implicadas
El pasado 9 de febrero, el arquitecto del centro de detención de Zestienhoven constató que su casa y su coche estaban llenos de pintura roja. A continuación, recibió un mensaje amenazante del grupo de acción "Betonrot" (Erosión del hormigón): "Quisiéramos darle las gracias por su proyecto del nuevo centro de detención de Zestienhoven y por sus anteriores contribuciones al complejo industrial penitenciario. Esto es una advertencia (...) Deje de enriquecerse con la política migratoria bárbara de la Fortaleza Europea".
El Servicio de Inteligencia estima que el número de actividades ilegales y de intimidación aumentará mientras los Países Bajos sigan construyendo cada vez más centros de detención. En Internet, circula un documento de 27 páginas con una lista de las instancias objetivo de estos grupos, con el título de "Vergüenza pública". En ella se encuentran las oficinas del Servicio de Inmigración y Naturalización (IND), la empresa encargada de la transformación del barco-prisión de Dordrecht, el proveedor de ascensores del nuevo complejo de Zestienhoven. Pero también se encuentran la empresa de recogida de basuras de los buques de detención de Zaandam, las agencias de empleo temporal que contratan al personal para los centros de detención y las empresas que suministran los paquetes de Navidad al IND. El sitio web "Abajo la máquina de deportación", que se encontraba en la red el pasado año, incluso aportaba todo tipo de información de carácter privado. En él se mencionaba en particular el club de judo al que pertenecía el hijo menor del director de un centro de detención.
La elección del activismo por la vía legal
El Servicio de Inteligencia (AIVD) escribe en su [informe](http:// https://www.aivd.nl/actueel/nieuw-op-de-site/aivd-ziet-toename-in) que la "resistencia ilegal está dirigida por dos organizaciones", Paren las deportaciones (WSD) y el Grupo anarquista antideportaciones de Utrecht (Aagu). Estas organizaciones, con sede en Utrecht, llevan a cabo acciones legales e ilegales, por las que se han impuesto multas, penas alternativas o penas con prisión. Pero no se trata de acciones intimidantes o de amenazas. Estas últimas las han reivindicado grupúsculos como "Grenzen Weg" (Suprimamos las fronteras), "Geen Bloed Aan Mijn Handen" (Mis manos limpias de sangre), "Gebroken Gla(n)s" (Cristales rotos/estallidos), y "Anarchist Fire".
"Creemos que la inmigración tiene una causa. Como somos muy ricos, los pobres vienen a nuestro país, es lógico", explica Mikkie Venema, de 47 años y militante de Aagu. "Nos oponemos a la política actual en materia de inmigración. Lo hacemos con acciones abiertas y directas, pero sin violencia hacia las personas". "A veces es necesario hacer cosas que molesten a las personas. Hemos ocupado dos veces una oficina del IND y nos hemos subido al tejado de Kamp Zeist. Los del AIVD nos confunden con personas que tiran bombas de pintura. Es absurdo. Nosotros no asustamos a la gente. Pero puedo comprender que se incendie un barracón de obra junto al centro de detención del aeropuerto de Zestienhoven. Se expulsan a personas que viven y trabajan en Países Bajos desde hace 21 años. Hombres a los que se ha encerrado hasta ocho veces y que hacen huelgas de hambre durante meses. Cuando conocemos estos casos, nos sentimos impotentes...".
TENDENCIA
Radicalización de la derecha
Cinco años después del asesinato del cineasta Theo van Gogh a manos de un extremista musulmán, el ministerio del Interior ha encomendado a tres investigadores la realización de un informe sobre la radicalización en la sociedad neerlandesa. Según De Volkskrant, los autores escriben que el Partido para la Libertad (el PVV) de Geert Wilders es "un partido de extrema derecha que incita a la islamofobia y al odio contra el Estado. Por consiguiente, mina la cohesión social y la democracia" en los Países Bajos. El informe parece "avergonzar al ministerio", ya que "los investigadores parecen decir lo que piensan muchos funcionarios, pero que nadie se atreve a decir en voz alta", destaca el diario. Por ello, el ministerio quiere que las conclusiones del informe se atenúen por su "sensibilidad política".
Los líderes de los laboristas y de los demócratas "contribuyen a crear un clima de odio y de violencia hacia mí y hacia el PVV", ha afirmado Wilders, que los ha calificado de "cómplices de Mohammed B.", el asesino de van Gogh. "Es necesario ser precavidos cuando se utilizan términos como ‘extrema derecha'", estima De Volkskrant. "El éxito de Wilders se debe al gran descontento sobre la inmigración y la integración. Pero no se acabará con este descontento demostrando con investigadores que las ideas de Wilders son reprensibles […] Es necesario luchar contra el PVV con argumentos objetivos, no aislándole".
