"La inestabilidad política y económica golpea a los nuevos socios de la UE", constata Cristina Galindo en un reportaje de El País. Dos décadas después del fin del comunismo, aún se aprecia la " falta de consolidación de algunos de los nuevos socios" del Este. Esto les impide "convertirse en el motor emergente de la Europa unida". En Polonia, el ultraconservador y euroescéptico ex primer ministro Jarosław Kaczyński, incrementó su apoyo en las encuestas justo antes de las elecciones presidenciales del domingo 20 de junio, "no por sus argumentos políticos, sino sobre todo por la compasión generada tras la muerte de su hermano". Por otro lado "el auge del nacionalismo en Hungría y las amenazas de crisis políticas en Rumania y los Estados bálticos generan incertidumbres en la Unión Europea", señala Galindo. En los países del Este, existen dificultades "para formar gobiernos con un apoyo suficiente y sólido" y, según los expertos, las formaciones políticas no están suficientemente consolidadas, "tras años en el poder del partido único comunista". Otro importante factor de inestabilidad es la corrupción, "que sigue lastrando a Rumania y Bulgaria".
Polonia
La gran desconocida
El resultado final de las elecciones sigue siendo desconocido, escribe el diario Dziennik Gazeta Prawna después de la primera ronda de las elecciones presidenciales en Polonia. El candidato del partido gobernante, Bronisław Komorowski, de la Plataforma Cívica (PO), se hizo con el primer puesto con un 41.2 por ciento de los votos. Su rival en la segunda ronda programada para el 4 de julio será el líder del partido de la oposición Ley y Justicia (PiS) Jarosław Kaczyński, que obtuvo el 35.8 por ciento del apoyo. Por tanto, el resultado de las elecciones podría decidirse entre aquellos que votaron a Grzegorz Napieralski, el líder de la Alianza de la Izquierda Democrática (SLD). Tanto el PiS como el PO cortejarán a los votantes del SLD aunque, como señala el diario Polska refiriéndose a una reciente encuesta, el 66 por ciento del electorado de Napieralsk ya ha decidido apoyar a Komorowski en la segunda vuelta. Según Gazeta Wyborcza, que el candidato de PO gane las elecciones dependerá de su capacidad para movilizar a sus votantes. El diario advierte de que "si la falsa creencia de que las elecciones ya están ganadas prevalece, entonces Komorowski podría perder". Mientras tanto, el diario conservador Rzeczpospolita se lamentade "la perspectiva política inamovible" de la mayoría de los polacos que, a pesar del accidente de Smolensk y la horrible inundación así como "los numerosos errores y falta de carisma", aún votaron por Komorowski. Muchos comentaristas de derechas también se han sorprendido de que el partido de centro PO goce del 40 por ciento del apoyo después de casi tres años en el poder.