A pesar de que el 80% de los polacos afirma que la familia es lo más importante, cada vez más rechazan tener hijos, lamenta Dziennik Gazeta Prawna, añadiendo que muchos de los alabados valores familiares no son más que “una fachada escondiendo frustración y hostilidad”.
El concepto de familia tradicional está en crisis, puesto que en la última década se ha reducido en un 3% el número de casados, ha aumentando el número de divorcios en un 30% e igualmente se ha doblado el número de personas que viven juntas sin estar casadas.
Esto, combinado con el decrecimiento económico, ha disminuido el número de nacimientos en Polonia hasta 1,3 hijos por mujer, entre los niveles más bajos de la UE, donde la media se sitúa en 1,58.
Según el diario,
aunque los polacos creen en la estabilidad, tienen miedo a formalizar sus vidas y a comprometerse a través de las relaciones sociales tradicionales.