"El 1 de junio, alrededor de medio millón de manifestantes celebró, en la plaza Taksim, en el centro de Estambul, una primera verdadera victoria sobre [el primer ministro islamista-conservador Recep Tayyip] Erdogan. Por toda Turquía los manifestantes han pedido la dimisión del Gobierno", informa Die Tageszeitung. Las manifestaciones han proseguido durante todo el fin de semana.
La protesta fue desencadenada por un proyecto de centro comercial en el parque Gezi, en el centro de la ciudad turca pero, recuerda el diario:
esta vez, la arrogancia de Erdogan le ha llevado al error. El conflicto sobre el parque se han transformado en un arreglo de cuentas por la prohibición del alcohol, las presiones en la universidad y la represión de la libertad de expresión y la impertinencia con la que los islamistas se han impuesto, pensando que el país solamente les pertenece a ellos.