Es una de las dinastías de poderosos empresarios alemanes que deben parte de su fortuna al régimen nazi. Pero la familia Quandt, propietaria de BMW, siempre ha sido muy discreta con respecto a este periodo, al contrario que otras empresas como Deutsche Bank, Allianz o Volkswagen. Hoy, los herederos del constructor de automóviles, “afrontan su pasado”, tal y como señala el Financial Times Deutschland. Lo hace “tarde, demasiado tarde, pero de manera consecuente”, estima el diario económico, ahora que se publica un estudio que demuestra que las empresas de los Quandt, uno de los principales proveedores de armas de Hitler, participaron en la arianización de la población y emplearon a más de 50.000 trabajadores forzosos, de los cuales varios miles procedían de los campos de concentración. En 2007, tras la emisión por televisión de un documental que criticaba la función del clan en el régimen nazi, los Quandt encargaron la realización de un estudio a un historiador que tuvo acceso a los archivos familiares y que ahora son públicos.
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