Por primera vez, el 7 de junio la Comisión Europea formuló ante los Estados miembros las “recomendaciones” en relación a los presupuestos nacionales provisionales para 2012. “Una novedad de la gobernanza económica europea, introducida con el fin de evitar que se repita la 'tragedia griega' de las finanzas públicas y de impedir [que los Estados miembros apliquen] políticas demasiado desenvueltas a expensas de todos”,explicaenLaStampa el economista Mario Deaglio.
Las recomendaciones han sido formuladas en un marco económico particularmente difícil, apunta Deaglio: “Sin una reducción de la deuda pública, no hay crecimiento. Sin crecimiento, la mera reducción de la deuda pública empuja a la economía hacia una nueva recesión”. Bruselas escoge sin embargo “pisar a fondo sobre el pedal del rigor”, escribe el italiano. “Nosotros no deseamos imponer la austeridad a los europeos", agrega, "pero es un hecho que el gasto público excesivo va camino de limitar nuestro crecimiento potencial”; ése es el mensaje que en síntesis comunicó la Comisión, que generalmente tilda de “excesivamente poco ambiciosos” y “demasiado vagos” los planes de los gobiernos, a quienes “señala una serie de prioridades: el aumento de la edad de jubilación, la reducción de las jubilaciones anticipadas, la vinculación de los salarios a la productividad, las simplificaciones burocráticas para las empresas y ayudas para la investigación y al desarrollo”. “No está mal en el ámbito conceptual, sobre todo para quien no debe rendir cuentas ante los votantes, pero la traducción de estas resoluciones más bien nobles es muy difícil para unos Gobiernos que se enfrentan a una impopularidad creciente”, observa Deaglio, que apunta que la Comisión es “especialmente severa con Italia, el país clave para el rigor del euro”.
"Dispararía la inflación en España"
Otro país clave es España, donde las recomendaciones de la Comisión han tenido una acogida más bien fría: para LaRazón, el conjunto “no parece que sea ni acertado ni oportuno”, porque “dispararía un proceso inflacionario de efectos letales en una economía estancada como la española”.
La Comisión tampoco es suave en sus apreciaciones sobre Bélgica, a quien exige que reforme cuanto antes nada menos que su estructura económica, apuntaDeMorgen. Para el diario de Bruselas, la UE emplaza claramente “una nueva bomba en la formación” del Gobierno. Mientras que, casi un año después de las elecciones legislativas, los partidos siguen negociando la creación de un ejecutivo, las recomendaciones de la Comisión perturban las conversaciones. Según De Standaard, incluso han “herido de muerte” al socialista francófono “formador” [de Gobierno] Elio Di Rupo y “han ahondado las diferencias entre el PS y el N-VA”, el principal partido (conservador) flamenco, que comparte la visión de Bruselas. “No merece la pena que Di Rupo redacte un programa, [el presidente de la Comisión] Barroso ya lo ha hecho por él”, ironiza De Morgen.