Sobre el cartel de la puerta del banco: Se cobrará una tasa por depósito.

Vladimir, la lavadora está rota.

Tras la rotunda derrota del plan de rescate de la UE de 10.000 millones de euros en el Parlamento de Chipre, que hubiese supuesto gravar de forma extraordinaria todos los depósitos bancarios que superasen los 20.000 euros, el ministro de Finanzas chipriota, Michalis Sarris, se apresuró a acudir a Moscú para hablar con su homólogo ruso, Anton Siluanov.

Rusia es uno de los principales acreedores de Chipre y la agencia de calificación Moody's calcula que los rusos disponen de alrededor de 25.000 millones de euros en efectivo en cuentas chipriotas. Rusia reaccionó con fuerza ante la propuesta anterior de gravar los depósitos bancarios, un plan que el presidente Vladimir Putin tildó de "injusto, poco profesional y peligroso".

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Sarris explicó a la agencia de noticias chipriota CNA que su reunión con Siluanov abordaría "cómo Rusia puede ayudar a encontrar los miles de millones que se necesitan" para salvar al sector bancario sobredimensionado de la isla mediterránea y se comprometió a no abandonar Moscú hasta que no cerrase un trato.

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