Tras años de negociaciones, el 22 de agosto Rusia se ha incorporado oficialmente a la Organización Mundial del Comercio (OMC). Su adhesión supondrá un “espaldarazo liberal a la economía” rusa, según Les Echos.
Al diario económico le interesan particularmente los beneficios que reportará a las empresas del Viejo Continente, puesto que “la Unión Europea es el socio comercial más importante de Rusia”:
Más que la reducción de los derechos de aduana [cuyas ganancias serían relativamente modestas para la UE], en el ámbito de los negocios, los europeos dan por hecho que la adhesión de Rusia a la OMC hará que invertir en el país sea más fácil.
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Aunque esta adhesión a reglas más liberales suponga una mayor apertura, a juicio de Les Echos, en lo que respecta a las inversiones en el sector del automóvil, no sucede así en otros que Moscú considera estratégicos (materias primas, metales, fertilizantes y sector aeronáutico). En estos ámbitos:
Rusia continuará imponiendo que los extranjeros que deseen implantarse en el país ostenten participaciones minoritarias.