El informe de actividad de la comisión de control de la OLAF para el año 2012 refuerza "las dudas sobre el trabajo de la Oficina Europea de Lucha Anti-fraude", subraya Die Presse:
Normalmente su trabajo no debería plantear duda alguna.[...]Pero desde la dimisión forzada del comisario europeo de Sanidad, John Dalli el pasado mes de octubre, en la que OLAF tuvo parte de responsabilidad nada despreciable, la impresión de que se trabaja en ella con medios dudosos se refuerza.
El diario vienés estima que el informe da la imagen de una organización "que busca con ahínco rehuir de un control exterior[...] Es la OLAF en su conjunto, y su director general Giovanni Kessler, quienes son responsables". En su sitio web, la OLAF denuncia las “tentativas de desinformación", asegurando que "la investigación sobre el antiguo comisario Dalli podría provocar impresiones falsas".