El Reino Unido está en una encrucijada, avisa The Economist. El semanario identifica tres desafíos políticos fundamentales en el horizonte: la probabilidad de que los electores se decanten por el populista Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP) en las elecciones de 2014, el voto sobre la independencia de Escocia en septiembre del mismo año, y un referéndum sobre la permanencia británica en la UE, que tendría lugar en principio a finales de 2017, y que podría dividir al gobernante Partido Conservador.
Proclamando su apoyo a una “Gran Bretaña”, que incluya a Escocia y permanezca en Europa, el semanario indica que el reino
podría salir de todo esto más pequeño, más introspectivo y con menos peso en el mundo (y posiblemente, con sus políticos divididos. o Podría ser más eficiente, seguro de su identidad y lugar en Europa y con una visión más amplia) [...]Cameron se ha contradicho de forma alarmante, manifestando que el Reino Unido está comprometido en la reforma de la UE para el bien de todos, y otras veces amenazando con irse de no son satisfechas demandas que tampoco han sido especificadas. La primera opción es más inteligente, pues al tiempo que evitaría una desgraciada salida británica, podrí llevar a una Unión más liberal.