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Los moderados tienen que reconocer que la Unión Europea está construida de tal forma que permite a Fracia y Alemania poner a Grecia en dificultades para proteger sus propios intereses, argumenta el economista italiano Luigi Zingales en Il Sole 24 Ore. De no hacerlo, esto daría la razón a radicales como Syriza, porque “en su proclama contra Europa, Syriza tiene razón. Europa ha maltratado a Grecia y lo ha hecho porque Alemania y Francia han protegido sus intereses en perjuicio de los intereses griegos.”
Zingales no es un defensor de Syriza, aunque argumenta que Grecia vivía por encima de sus posibilidades antes de los acuerdos para el rescate organizado por la UE, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero cuando llegó el momento de hacer frente al creciente déficit, Grecia tuvo una peor relación con la UE de la que hubiese tenido sólo con el FMI —
El FMI habría impuesto un plan de austeridad, un recorte del 30% a los acreedores y habría prestado dinero para facilitar los ajustes. ¿Cual es la diferencia entre este plan y el que decidió la UE? En el plan de Europa se contemplaron prestamos y austeridad; pero lo que faltó fue un recorte del débito del 30%, lo que habría permitido una relación de débito/PIB del 100%. Para ser justos, el recorte se ha hecho, pero con dos años de retraso, y además ha afectado solo a los pocos acreedores privados que quedaban, porque la mayor parte se salvó al ser vendida al BCE u obteniendo el reembolso de los créditos casi agotados, financiados por los préstamos del Fondo. Reestructurar los préstamos del FMI es mucho más difícil que reestructurar los créditos privados. Por lo que este retraso ha dejado esto en una situación mucho peor.
Citando a algunos banqueros que sostienen su mismo punto de vista, Zingales dice que este plan fue el resultado del trabajo de Francia y Alemania para proteger los intereses de sus propios bancos. Esto no se produjo porque la canciller alemana Angela Merkel sea, por poner un ejemplo, el “diablo”, sino porque “es una política muy astuta en apoyar los intereses de su propio país en perjuicio de otros.
Para Zingales, esa falta de unión política, que coincide con la unión monetaria de la UE, viene a significar “que las decisiones económicas no pueden ser hechas de manera democrática” y que los países más grandes y fuertes tienen una influencia muy relevante, pero injusta y no democrática —
Es un buen momento para que incluso los moderados denuncien este problema. Si permitimos que la izquierda radical tenga el monopolio de la verdad, no nos debería sorprender que ganen las elecciones, al menos en el sur de Europa. Es nuestra culpa haber avalado con el silencio, e incluso con el acuerdo, una gran injusticia.
