El Partido Popular (PP) del presidente en funciones, Mariano Rajoy se sitúa en primer lugar, seguido del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y de las dos formaciones que han roto el bipartidismo tradicional, Podemos, a la izquierda, y Ciudadanos, en el centro.
Para El País, “La legislatura estará centrada en un Parlamento de minorías, en el que ningún partido tendrá fuerza suficiente para actuar por sí solo al haber quedado todos lejos de la mayoría absoluta”. Por ello, afirma el diario,
El nuevo sistema determinado por las urnas no supone una revolución, pero sí un cambio importante. […] Hay que aprender a convivir en un escenario de minorías parlamentarias, que deben dar lo mejor de sí mismas para dotar de estabilidad al sistema. [...] En definitiva, después de cuatro años en los que el diálogo político ha brillado por su ausencia, los partidos tienen que retomar la vía de la negociación para acometer los problemas que tiene nuestro país. Esta es la mejor manera.
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“El sistema político español ha perdido esta noche la estabilidad de las grandes mayorías, que venía siendo su divisa desde 1978”, afirma ABC, para el que se
entra en un inquietante proceso de italianización, cuyas ventajas prácticas no se acaban de captar a primera vista, a pesar de la lógica euforia de los nacientes Podemos y Ciudadanos. […] Rajoy debería gobernar, buscando una honorable solución de coalición a la alemana frente la fragmentación que arrojan las urnas. PP y PSOE, los dos partidos de Estado históricos, deberían tener altura de miras y entenderse, y más en una situación en que la nación está amenazada por el separatismo y cuando la economía dista de estar curada. Pero no lo veremos. El cainismo PP/PSOE está demasiado arraigado.
“Nada será como antes”, considera El Mundo, para el que "España tumba el bipartidismo y deja en el aire el Gobierno", como remarca en editorial, según el cual las elecciones dejan "un país difícil de gobernar":
El mapa político español cambiará totalmente tras las elecciones de ayer que suponen la liquidación del bipartidismo y la irrupción de dos fuerzas emergentes. El PP logró ser el partido más votado, pero tendrá muy difícil poder gobernar de forma estable. El bipartidismo que ha funcionado en España desde la Transición firmó ayer su acta de defunción. […] El nuevo mapa electoral trae consigo serios problemas de gobernabilidad ya que el PP, ni aun contando con los votos de Ciudadanos, dispondría de mayoría absoluta. Ello abre la posibilidad de otras coaliciones sin descartar la alianza entre PSOE, Podemos y otras fuerzas nacionalistas, que sería nefasta para España.
Para el diario conservador La Razón no hay duda : “El Partido Popular ganó ayer las elecciones. […] La oposición ha capitalizado electoralmente cuatro años de esfuerzo y de políticas reformistas que han marcado el camino de la recuperación económica.” En todo caso, subraya que
el objetivo no puede ser otro que la estabilidad del país en un momento clave para nuestra recuperación económica. No sería bueno rectificar lo fundamental de nuestra política económica y, guste o no, la realidad es que los mercados actúan de manera determinante sobre las decisiones políticas. El maximalismo es lo peor que nos podía pasar. [...] Se abre un época en la que habrá que pactar, pero hacerlo con sentido de Estado y no a cualquier precio.
“Los resultados dicen a las claras que los ciudadanos apuestan por obligar a cuatro grupos políticos – PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos– a negociar acuerdos para construir un gobierno estable”, afirma por su parte La Vanguardia, para el que
La situación política resultante diseña una situación muy compleja en la que la aritmética no basta para que una coalición o pacto de gobierno de dos sume de forma suficiente. No puede descartarse que a partir de hoy mismo empiecen a surgir voces en Bruselas, en el mundo económico y en otros sectores de la sociedad emplazando a populares y socialistas a formar una gran coalición, la única fórmula que garantizaría la estabilidad. Pero ni el desarrollo de la campaña electoral ni la cultura política de ambos partidos hace prever que se avance en ese sentido.
“El veredicto de las urnas de este 20-D abre las puertas a un Gobierno de izquierdas para la nueva legislatura poniendo fin de forma abrupta a cuatro años de mayoría absoluta de un Ejecutivo presidido por el conservador Mariano Rajoy”, concluye Público, para el que
La suma de los escaños del PSOE y de Podemos, con otros apoyos como el de IU, podrían conformar un apoyo estable a un Gobierno progresista frente a una opción de fuerzas conservadoras.