Mientras que la prensa conservadora checa teme un posible aumento de la influencia rusa en Europa Central como consecuencia de la renuncia de Washington al proyecto de establecer un escudo antimisiles en la República Checa y Polonia, la compañía aérea ČSA orienta su estrategia hacia el antiguo imperio soviético. Segúninforma Hospodářské Noviny, la compañía nacional checa ha anunciado su intención de cancelar la ruta aérea entre Praga y Nueva York y reforzar los vuelos con destino a Moscú y Ekaterimburgo, así como a antiguas capitales soviéticas como Taskent, Almaty o Tiflis. Endeudada y en pleno proceso de privatización, la compañía comenzará a desplegar su nueva estrategia a partir de este invierno.
Live | IA, medios de comunicación y democracia: ¿una ecuación imposible?
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