Una semana después del drama de Lampedusa, que causó casi 340 muertos, "centenares de sin papeles se han perdido nuevamente en el Mediterráneo", escribe Tageszeitung.
El 11 de octubre, al menos 34 refugiados, en su mayoría sirios, se ahogaron a 100 kilómetros de la isla de Malta. Su travesía había comenzado en el puerto libio de Suara. Según los supervivientes, el barco, en el que se encontraban 400 refugiados, había sido perseguido por un navío, probablemente un guardacostas libio, que disparó sobre el mismo, causando la muerte de dos pasajeros, informa el diario.
Los Gobiernos italiano y maltés han pedido un cambio de la política europea de inmigración. TAZ precisa que Malta, que es "el miembro más pequeño de la UE, es uno de los grandes perdedores en el sistema de asilo europeo":
En 2012, 1.890 refugiados se plantaron allí, por un total de 17.000 desde 2002. Según la legislación europea, tienen derecho a pedir asilo solamente [en la isla de Malta]. Proporcionalmente, siete veces más de demandas de asilo se han registrado en el Estado insular, que cuenta con alrededor de 418.000 habitantes, que en la media de la UE.