A diferencia de lo que le ocurría a Pinocho en el cuento, el Partido Demócrata (PD) de Italia debería dejar de escuchar a su “Grillo”, escribe el periódico Il Sole 24 Ore. Beppe Grillo, un conocido cómico vetado en la televisión italiana en los ochenta por satirizar la afición a los sobornos del primer ministro Craxi, y cuya carrera ha resucitado recientemente gracias a un blogde tintes políticos que ha provocado un movimiento de protesta generalizado, ha intentado afiliarse al PD con el fin de presentarse al puesto de secretario general. El cómico ha sido rechazado dos veces, primero por motivos burocráticos y después por considerarle "hostil" hacia el PD. El veredicto ha producido una oleada de críticas en todas partes y la cuestión parece que va a causar estragos en el periodo previo a la celebración del congreso del partido.
"Una democracia no puede funcionar como es debido sin un gobierno autoritario y una oposición madura", resume Il Sole. "El PD nació con el sueño de convertirse en el partido liberal moderno que existe en los demás países, pero ahora se encuentra hipnotizado por la hegemonía de Berlusconi y no sabe cómo tratar con los radicales. Si no aprende ahora, no va a aparecer ningún Hada Azul (otro personaje de Pinocho) para convertirle en el partido que gobierne".