"Los comunistas quieren gobernar y para ello prometen disculparse", anuncia en su portada Hospodářské Noviny. Veinte años después de la caída del Telón de Acero, los comunistas checos tienen previsto disculparse por los crímenes cometidos durante los cuarenta años de su pasado totalitario. Pero Vojtěch Filip, jefe del Partido Comunista de Bohemia y Moravia no oculta su voluntad de obtener a cambio influencia política en el país, en el caso de que los socialdemócratas ganen las elecciones legislativas del próximo octubre. "Nos interesa colaborar con la izquierda y para ello estamos dispuestos a realizar un buen gesto".
Hospodářské Noviny recuerda que lo único que desea Filip es repetir las disculpas ya expuestas por el antiguo PC de Checoslovaquia en 1989 y que "los comunistas consideran las represiones cometidas por el régimen como una necesidad de la época". Por lo tanto no se trata de disculpas reales, sino de un "chanchullo político para lograr un ápice de poder", estima el diario económico, que opina no obstante que los comunistas podrían conseguir su objetivo.