Los acuerdos de librecambio que la UE negocia con Canadá y se prepara a abrir con los Estados Unidos "pueden tener consecuencias para las leyes medioambientales en vigor en la UE", avisa De Volkskrant.
El diario explica que estos acuerdos permitirán a los inversores extranjeros pedir compensaciones financieras si estiman que las leyes constituyen un obstáculo para sus empresas.
Eurodiputados y organizaciones medioambientales temen que las empresas hagan presión sobre los países miembros de la UE. "Para evitar demandas judiciales por daños y perjuicios, los países miembros podrían flexibilizar sus leyes", concluye el diario.
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