Petr Necas ha dimitido como primer ministro, cuatro días después de que altos funcionarios y su personal más cercano, incluyendo a su supuesta amante Jana Nagyová, fueran detenidos en una gran operación policial en instituciones públicas y privadas. Según una nota informativa de la policía, Nagyová cometió abuso de poder al utilizar a la inteligencia militar para espiar a la mujer de Necas, con objeto de presionarle para que se divorciara de ella.
En Praga, Hospodářské noviny escribe que:
Necas se ha revelado como una triste figura. Permitió a la policía investigar sin ataduras el delito fiscal y la corrupción [...] Pero su entorno estaba íntimamente conectado a los medios y los métodos del "empresariado político". [...]Porque acabó cogido entre "prácticas mafiosas [...]y una nueva generación de policías y de abogados del Estado".
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Se apuntan ahora tres escenarios: mantener la actual coalición gubernamental con un nuevo primer ministro, nombrar un Gobierno de transición, o convocar nuevas elecciones.