Moscú está estudiando medidas de retorsión en respuesta a las sanciones impuestas por la UE a Rusia, por su apoyo a los separatistas prorrusos en el este de Ucrania, informa Trouw.
Según el diario holandés, los agricultores europeos están ya sufriendo las consecuencias del enfriamiento de las relaciones entre la UE y Rusia: desde la pasada semana, la importación de frutas y verduras polacas a Rusia está prohibida, oficialmente por razones de seguridad alimentario, una medida que, apunta Trow, podría extenderse a otros países.
¿Aprecias nuestro trabajo?
Ayúdanos a sacar adelante un periodismo europeo y multilingüe, en acceso libre y sin publicidad. Tu donación, puntual o mensual, garantiza la independencia de la redacción. ¡Gracias!

