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"El presidente defiende a los embajadores, antiguos espías de la DS", la antigua Seguridad del Estado comunista, anuncia Dnevik. Guéorgui Parvanov se opone así al primer ministro Boïko Borissov, que pide la destitución de 40 diplomáticos de alto rango cuyo pasado en colaboración con los servicios comunistas acaba de ser revelado. El 14 de diciembre, explica el diario, la comisión parlamentaria encargada de sacar a la luz los archivos del pasado comunista, hizo pública una investigación del Ministerio de Asuntos Exteriores: cerca del 40% de los efectivos colaboraron con la antigua DS. Los embajadores, primeros secretarios y cónsules implicados, aún trabajan en al menos 13 países de la UE, así como en Naciones Unidas, el Vaticano y Moscú, Pekín o Tokio. Para el ex-comunista Parvanov, estos son ante todo "profesionales confirmados" y patriotas que han servido a su país.
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