La saga industrial y familiar entre Porsche y Volkswagen mantiene en vilo a Alemania. La nueva compra de la marca de coches deportivos por parte del gran constructor, aplazada a finales de julio, podría poner fin a largos meses de combate encarnizado entre el clan Porsche por un lado, y los Piëch (VW) por otro, que poseen conjuntamente la totalidad de los derechos de voto de Porsche.
Porsche se había endeudado para hacerse con la mayoría del capital de VW en 2006. La recompra de dicho capital por parte de VW por 8.000 millones de euros ayudará a pagar una parte de sus deudas. "De nuevo se ha impuesto el ‘viejo’", comenta Frankfurter Rundschau. "Ferdinand Piëch [nieto de Ferdinand Porsche y dueño de VW] va a lograr erigir uno de los grupos automovilísticos más grandes del mundo. Su manera de actuar sigue siendo indecente. Poco a poco, han hostigado y desposeído a Wiedeking (dueño de Porsche). Va siendo hora de que esta historia poco apetecible llegue a su fin", en beneficio de las dos célebres marcas y de "la industria Alemana", concluye el periódico.