“Bélgica no debería abandonar la energía nuclear”: así sintetiza en primera plana De Standaard la recomendación formulada por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en un informe sobre Bélgica publicado el 9 de marzo. Según la organización dependiente de la OCDE, “Bélgica debería reconsiderar el fin de la energía nuclear” y más teniendo en cuenta que no existe “una estrategia clara que permita enfrentarse a los retos que depara el futuro, como la seguridad energética y el calentamiento global”, advierte la AIE.
En 2003, el Gobierno belga decidió cerrar todas las centrales nucleares antes de 2025; ahora bien, dichas centrales generan el 55% de la electricidad y el 20% de la energía que se consume en este país, recuerda por su parte Le Soir, para quien esta decisión “agravaría el desequilibrio de capacidad, lo que podría provocar una escalada de los precios” de la electricidad. De Standaard añade que, según la AIE, “el solapamiento de responsabilidades entre las administraciones federal y regionales merma la eficacia de la política [energética belga]”, de ahí que, en su opinión, los responsables políticos deban “abandonar las discusiones ideológicas” en materia energética y adoptar de una vez por todas medidas sostenibles.