El frío que azota a Bélgica estos días ha generado una "ola de solidaridad hacia las personas sin techo", informa De Standaard. Gracias a la iniciativa privada, algunas familias que llevaban ya varias semanas durmiendo en la estación del norte de Bruselas han podido ser alojadas temporalmente en sitios decentes. Es así como ocho personas de origen eslovaco que deseaban volver a su país "después de varias semanas de miseria y viviendo entre la mugre de la ciudad", han conseguido una noche de hotel, así como los billetes de avión de regreso a Eslovaquia, todo ofrecido por un empresario privado. El rey Alberto II ha puesto a disposición dos apartamentos en Ciergnon, propiedad de la corona, y un cuartel militar que podría alojar a otras 24 personas. El periódico flamenco se pregunta "¿cómo es posible que en pleno 2009 un país (como Bélgica) no pueda impedir que haya niños durmiendo en las calles con este frío glacial?", al tiempo que condena la pasividad de los políticos.
Live | IA, medios de comunicación y democracia: ¿una ecuación imposible?
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