Desde hace un mes el gas de esquisto fluye desde un pozo cerca de Lebork, al norte de Polonia, publica Rzeczpospolita, recalcando que salen 8.000 metros cúbicos diarios. A pesar de que la cantidad es muy reducida para tildarla de “comercial”, es el mejor resultado logrado a través de fractura hidráulica o fracking en un país europeo hasta el momento.
El diario espera que el Gobierno “cambie su actitud” ante el negocio del gas de esquisto y derribe las “conocidas” barreras que impiden que las empresas que lo desean hagan prospecciones en busca de gas de esquisto en Polonia.
El Instituto Geológico Polaco (PIG) considera que los recursos de gas de esquisto del país pueden llegar a los 768 billones de metros cúbicos, lo que los convertirían en los más copiosos del continente. Según Rzeczpospolita:
el gas de esquisto tiene un gran potencial que puede cambiar la situación energética de Polonia y, consiguientemente, también su consideración geopolítica a escala mundial.