Peter Altmeier, el ministro alemán de Medio Ambiente, quiere controlar el fuerte aumento de los precios de la electricidad, provocada por la política del giro energético promovida por el Gobierno. La ley sobre la promoción de las energías alternativas ha aumentado la parte de estas últimas en la producción desde el 8 al 23%, pero los impuestos pagados por el consumidor para financiar el desarrollo de la energía solar y eólica costará más de 20.000 millones de euros en 2013.
En este año electoral, el ministro quiere congelar esta tasa, para que el debate sobre el giro energético no sea capitalizado únicamente por la cuestión de su coste para los hoagres. El sector de las energías verdes lamenta "un golpe mortal".