El gasto social polaco es uno de los menores entre los estados miembros de la UE, situándose al nivel de naciones más pobres como Rumanía y Bulgaria, informa Dziennik. Según un reciente informe de Eurostat, Polonia dedica un ínfimo 0,8% de su PIB a gastos sociales y ayudas a la familia, aproximadamente un tercio de la media de la UE. Aunque las organizaciones sociales llevan tiempo insistiendo en ello, muchos beneficiarios rondan el estado de completa pobreza, señala el diario polaco, que cita el caso de una madre soltera con siete hijos, Wiesława Sobocińska, que sobrevive con los 1.400 zlotys mensuales (350 euros) de la ayuda estatal. Algunos expertos, añade el diario, defienden que el problema no es la falta de fondos sino un sistema de distribución poco efectivo. "Estamos veinte años por detrás de Europa Occidental", afirma Anna Oińska, de ATD Fourth World, una ONG internacional cuyo objeto es poner fin a la pobreza y a la exclusión social. "La distribución de la ayuda a cabo se lleva a cabo sin criterio alguno y sin control público".
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