“La crisis castiga a lo largo de las costas: cada vez nacen más niños en el seno de familias desfavorecidas”, afirma De Morgen en referencia a las cifras del organismo público flamenco de ayuda a la juventud, “Kind en Gezin” (“Niño y Familia”).
En Ostende, el 26,7% de los niños se han visto afectados, contra un 15,7% en 2012. “Esto quiere decir que esta ciudad costera rebasa incluso a la metrópoli de Amberes, donde el 25,1% de los niños nace en una familia precaria”, precisa el diario. Este aumento se explica por “el atractivo del mar para las personas en situaciones difíciles”, que esperan encontrar una oportunidad en la restauración y la hostelería de temporada:
la restauración supone una solución temporal, pero el número de contratos está disminuyendo, y los ingresos son precarios […] Además, a causa de la crisis, cada vez más personas poco cualificadas se encuentran en situaciones de paro de larga duración.