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El papa Benedicto XVI ha forzado la renuncia del religioso de Gran Bretaña con mayor reconocimiento jerárquico, el cardenal Keith O'Brien, tras las acusaciones de que cometió "actos inapropiados" con otros religiosos de su congregación.
Previamente a la retirada del papa el próximo jueves, O'Brien hizo pública una declaración en la que presenta excusas vagamente por "cualquier error" que cometiera, antes de manifestar que presentará su renuncia como arzobispo de St Andrews y de Edimburgo, en Escocia, y que no viajará al Vaticano para participar en el cónclave para elegir un nuevo papa.
O'Brien hubiera sido el único cardenal británico en participar en el voto.
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