La reelección de Horst Köhler como presidente de Alemania, el 24 de mayo pasado, constituye un motivo de orgullo para los medios de prensa rumanos y moldavos. El democrátacristiano fue reelegido en competencia con la socialdemócrata Gesine Schwan, proporcionando, como así lo subraya Cotidianul, "una bocanada de oxígeno a su partido, con el fondo de las elecciones legislativas previstas para este año".
Pero el motivo de orgullo para el diario de Bucarest es ante todo el hecho de que el ex-director del Fondo Monetario Internacional, de 66 años de edad, tiene orígenes rumanos y moldavos.Su madre es originaria de Brasov, ciudad situada en el centro de Rumanía, y el mismo Köhler nació en la República de Moldavia, en la región conocida antaño como Besarabia. "Su familia", prosigue Cotidianul," vivió en Moldavia hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial. Este "alemán de Besarabia", como titula el periódico, ha recordado recientemente sus raíces en un encuentro con estudiantes moldavos: "Soy un moldavo, un alemán de Besarabia. En 1939, cuando Hitler y Estalin se repartieron Europa, mis ancestros tuvieron que elegir entre adoptar la ciudadanía rusa o volver a su país de origen. A pesar de que mis padres eligieron abandonar Moldavia, yo sigo ligado a este país".