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*"Los 'escraches', en tanto que no sean violentos, y no lo son, son un ejemplo de libertad de manifestación", declaró a una cadena de radio el presidente del Tribunal Supremo, Gonzalo Moliner, sobre las manifestaciones ante los domicilios de los políticos.
Esta práctica es cada vez más utilizada por colectivos que se oponen a los desahucios. Los medios jurídicos, que se oponen mayoritariamente a las expulsiones, se muestran más divididos ante la legalidad de dicha práctica, puesto que podría suponer un atentado a la intimidad y a la libertad individual.
Las declaraciones del magistrado han provocado un "auténtico incendio político en una atmósfera ya caldeada", añade El Mundo. Pero "el acoso no puede ser un 'ejemplo de libertad'", critica el diario en editorial.
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