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La página anti-inmigrantes de Geert Wilders “se ha muerto sin levantar mucho revuelo”, anuncia el NRC Handelslad. La pasada primavera el Partido de la Libertad (PVV) creó una página web en la que invitaba a los holandeses a exponer las quejas sobre las ‘molestias’ que les causan los inmigrantes provenientes de la Europa central y oriental. Eso generó, según el diario, “inquietud en el seno del Parlamento Europeo, una carta redactada por los embajadores molestos y la incomodidad del Gobierno”.
El 13 de diciembre, la Segunda Cámara debatió una propuesta de ley presentada por el PVV, que pretendía prohibir que los polacos tuviesen acceso al mercado laboral holandés. Era el momento de realizar un balance de la página: se habían recogido cerca de 40.000 recriminaciones por “estados de embriaguez, problemas de aparcamiento y el acaparamiento de empleos” por los inmigrantes. Pero un número de quejas más importante, 135.000, se centraban en el propio PVV y en la página en sí misma.
Para el NRC Handelsblad, la propuesta sobre los polacos
tiene pocos visos de que se adopte, aunque nadie niega los problemas vinculados a la llegada de europeos del Este, puesto que ocupan un gran número de empleos. Pero, por otra parte, a menudo cubren los trabajos que los holandeses rehúsan hacer.
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Para el diario, la campaña llevada a cabo por el PVV ha demostrado, sobre todo, “que la integración de unos 300.000 trabajadores inmigrantes de Europa del Este es, en general, correcta”. Por su parte, el historiador Wim Willems considera que ha contribuido a su integración:
La página ha supuesto en realidad un auténtico giro. Ha hecho que los medios de comunicación presten más atención a los aspectos positivos de la inmigración laboral. Y la opinión pública se decantó hacia esta visión tras el lanzamiento de la página web. Para numerosos holandeses, evocaba exageradamente aspectos como la discriminación y la exclusión [de trabajadores inmigrantes].
