La UE tendría un “miembro secreto”: China. Así lo defiende Die Welt, puesto que el “socio comercial más importante de la UE después de Estados Unidos” apuesta cada vez más, para gran disgusto de Bruselas, por sus relaciones bilaterales con los Veintisiete.
A principios de septiembre, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino invitó a 16 países de Europa central y oriental a Pekín para celebrar una “Conferencia europea”, para crear una nueva asociación entre los Estados de Europa central y oriental, apodada la “CEE” por el China Daily. Ésta, a la que sobre la marcha se dotó de una secretaría, cuenta con 16 países, de los que diez son Estados miembros de la UE. Países como Albania o Polonia enviaron a sus embajadores, pero el de la UE ni siquiera estaba invitado.
Entre los representantes de Bruselas cundió la alarma: la noticia parecía confirmar el principio de “divide y vencerás” que la política china aplica hacia la UE.
Mientras Bruselas no modifique su postura en cuestiones que China considera importantes, como su reconocimiento como economía de mercado o el cese del embargo sobre la venta de armas, Pekín seguirá cultivando de manera sutil relaciones de dependencia con ciertos Estados europeos, explica en el diario de Berlín el politólogo Jonas Parello-Plesner. Por ejemplo, en Grecia, donde China se ha hecho cargo de parte del puerto del Pireo, o en Hungría, a la que China ofrece un “crédito especial” de mil millones de euros.
Y aunque los diplomáticos chinos aseguran que quieren “reforzar las relaciones con la UE” a través de esta cooperación económica, Die Welt apunta que Bruselas se mantiene escéptica:
Sus representantes quieren ver si Pekín trata de que los países de la CEE se conviertan en un grupo de presión gracias a sus incentivos económicos.