Otro día. Otro arresto con maltrato de Greta Thunberg. Se llevan a la mundialmente famosa activista climática, que luce un pañuelo palestino morado, arrastrándola de rodillas por el suelo mientras un agente de policía tira de ella por cada brazo.
Esta primavera, Thunberg se ha instalado en el edificio del Parlamento en el centro de Estocolmo. Junto con otra activista climática, ha estado bloqueando la entrada. El lugar está a tiro de piedra de aquel donde empezaron las huelgas escolares hace unos pocos años. El mensaje sigue siendo el mismo, pero el acto es más obstructivo.
"Estamos en una crisis muy aguda, una emergencia planetaria. Quienes podamos actuar tenemos una responsabilidad moral de hacerlo", dijo Thunberg.
En los últimos años, el cambio climático ha sido uno de los asuntos más controvertidos en la política sueca. Y parece que desempeñará un papel importante en las elecciones europeas. Varias encuestas de opinión han demostrado que los suecos sitúan la política climática en primer lugar cuando se les pregunta qué debería priorizar la UE.
Estas encuestas sugieren que el clima se considera más importante en las elecciones europeas que en la política nacional.
"El gobierno sueco ha identificado el nivel de la UE como el ámbito de política climática más importante y que es allí donde la política puede ejercer el mayor impacto", dice Naghmeh Nasiritousi, que investiga la política climática en el Instituto Sueco de Asuntos Internacionales y en la Universidad de Linköping.
El economista John Hassler ha recibido del gobierno el encargo de investigar la manera en que la política climática nacional…