En noviembre pasado, las encuestas de opinión revelaron que más del 70% de los europeos habrían votado por Barack Obama, y no por John McCain. "Por el contrario, ¿por quién acaban de votar una mayoría de europeos?¿Por McCain?", escribe el periodista y ensayista Jean-Paul Marthoz en Le Soir.
"Confirmando el peso de un Partido Popular europeo hasta los confines del soberanismo más obtuso y del populismo más rancio, una parte decisiva de los electores europeos ha dado la espalda al 'cambio tranquilo' encarnado por Barack Obama". Ciertamente, la mayoría del Parlamento europeo permanece anclada alrededor del eje democrático y moderado, pero para Marthoz, estas elecciones confirman un repliegue nacionalista, identitario y conservador, y marcan un debilitamiento del "soft power europeo" sobre la escena mundial. Un "soft power" hoy en día encarnado por los Estados Unidos.