meloni-nardi-voxeurop

La lenta pero real deriva autoritaria del régimen de Giorgia Meloni

Desde su llegada al frente del Gobierno italiano hace poco más de dos años y medio, Giorgia Meloni inspira cada vez más a los ejecutivos y partidos de extrema derecha europeos. Bajo el pretexto del pragmatismo, lleva a cabo una política que se mofa del Estado de derecho y maniobra para intentar transformar la Unión Europea.

Publicado en 30 junio 2025

“En los círculos políticos, muchos europeos han empezado a ver a Meloni como un modelo de cómo se puede domar a la extrema derecha. A medida que los partidos de extrema derecha han ido ganando terreno en Austria, Francia, Alemania, Rumanía, España y otros países en los últimos años, cada vez más líderes tradicionales se han preguntado si es prudente siquiera intentar mantenerlos fuera de los Gobiernos”, escribe la politóloga italiana Nathalie Tocci en Foreign Affairs. “Parece que en Italia se ha aprendido la lección, ya que el centro-derecha formó una coalición gubernamental con la extrema derecha en 2022 [...]. Los partidos de centro-derecha de Bélgica, Croacia, Finlandia, Países Bajos y Suecia han seguido el ejemplo italiano”. 

Pero cabe señalar que los europeos moderados se han apresurado demasiado a erigir a Giorgia Meloni como un ejemplo a seguir: “La adopción de una política exterior más centrista no ha demostrado que enfrentarse a las complejidades del poder lleve a la moderación. Fue el escudo que ocultaba posiciones más radicales en el interior del país”. Y “actualmente parece claro que las primeras maniobras proeuropeas de Meloni tenían como objetivo neutralizar las críticas”.

Menos de dos años después de su elección, Giorgia Meloni “ha comenzado a volver hacia la derecha en cuestiones europeas y de política exterior. Por ejemplo, cuando Italia asumió la presidencia del G7 en enero de 2024, insistió en suavizar o eliminar del comunicado final de los líderes los términos que apoyaban los derechos de las personas LGBT+, así como el derecho al aborto. La elección de Trump en noviembre de 2024 facilitó ese giro a la derecha. En febrero, Meloni elogió al vicepresidente estadounidense J.D. Vance cuando denunció la “debilidad” de Europa durante la conferencia de Múnich sobre la seguridad”.

El cambio gradual de postura de la jefa del Gobierno italiano “no es tan evidente en ningún otro ámbito como en lo que respecta a la política hacia Ucrania”, continúa Nathalie Tocci. “Con su apoyo en 2022 se ganó el respeto de sus homólogos europeos más moderados y de los responsables políticos estadounidenses de la administración Biden. Pero una vez que se ganó esa credibilidad, comenzó un giro hacia la derecha, progresivo y sin conflictos. Desde el regreso de Trump al poder, siempre que ha podido, ha evitado el tema”.

“Este lento avance hacia la derecha puede pasar desapercibido para quienes están acostumbrados a las fantasmadas de la extrema derecha. Pero se trata de una estrategia bien pensada”, resume Nathalie Tocci: “Una vez que va superando cada etapa, Meloni observa las posibles reacciones negativas de sus homólogos europeos y solo pasa a la siguiente si las circunstancias lo permiten”.

Antes de su llegada al poder, Giorgia Meloni “renunció a salir de la Unión y a abandonar el euro, unas posiciones que defendía inicialmente. Como jefa del Gobierno, ha demostrado sin duda alguna un espíritu más constructivo por pragmatismo y para lograr objetivos políticos concretos”, analiza Marc Lazar en Grand Continent.

Para el profesor emérito de Historia y Sociología Política en Sciences Po, “en realidad, el europeísmo de Meloni es particular. Su objetivo final es recuperar más soberanía nacional, refundar los valores europeos a partir de la trilogía Dios, familia y patria, frente a la amenaza islámica, pero también frente al “wokismo” y, en concreto, a las ‘teorías de género’ que aborrece. En definitiva, frente a todo lo que califica de hegemonía de la izquierda y con lo que quiere acabar. Por ese motivo, durante las elecciones europeas, apoyó con entusiasmo a Vox, el partido de extrema derecha en España, antes de que este la decepcionara al unirse al grupo de los Patriotas Europeos tras las elecciones. Del mismo modo, hace poco se ha posicionado con los líderes de los partidos miembros del Partido Conservador y Reformista Europeo (ECR), en el que participa Fratelli d'Italia: el rumano George Simion y el polaco Karol Nawrocki, a quien felicitó afectuosamente tras su elección como presidente de la República”.

Para Marc Lazar, Giorgia Meloni actúa “para intentar reorientar la política europea, con el apoyo de Petr Fiala, primer ministro checo, y Bart De Wever, jefe del ejecutivo belga, cuyos partidos pertenecen al ECR. Aunque sus opiniones coinciden en gran medida con las de su gran amigo Viktor Orbán, no le sigue en su estrategia de confrontación directa con Bruselas. Al contrario: se esfuerza por ganarse el apoyo del Partido Popular Europeo (derecha) para aislar a los socialistas, los Verdes y [los Liberales de] Renew e imponer así sus orientaciones”.


Recibe lo mejor del periodismo europeo en tu correo electrónico todos los jueves

En materia de política interior, la deriva autoritaria del Gobierno de Meloni se ha confirmado hace poco con la aprobación, el 5 de junio, del polémico decreto ley sobre seguridad, impulsado por el viceprimer ministro y líder de La Liga, Matteo Salvini. Endurecimiento de las penas en caso de revueltas en prisiones o en centros de migrantes, mayor protección y ayuda para los policías acusados de violencia... Este decreto es “sin duda el emblema del populismo penal que anima al Gobierno de Meloni: cualquier cuestión política y social, en concreto aquellas que son objeto de atención mediática, debe resolverse necesariamente mediante la represión y, por lo tanto, con la prisión” resume Leonardo Bianchi en Valigia Blu

Giorgia Meloni es una estratega pragmática, afable y moderada en Europa, pero líder firme que aplica sin vacilar una política ultraconservadora en Italia. Sin embargo, no escapa a la vigilancia de las organizaciones internacionales y de defensa de las libertades civiles. El pasado mes de abril, cinco relatores de la ONU expresaron “su profunda preocupación” por este decreto, calificándolo de “alarmante” e “incoherente” con las “obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, incluida la protección del derecho a la libertad de circulación, a la vida privada, a un proceso justo y a la libertad, así como la protección contra la detención arbitraria”, recuerda Leonardo Bianchi.

En Il Manifesto, Eleonora Martini hace un repaso de las principales críticas a Italia recogidas en el informe Rule of law Report 2025, elaborado por la ONG Civil Liberties Union for Europe: el país figura entre los “desmanteladores” del Estado de derecho, ya que, según detalla el informe, su Gobierno “socava de forma sistemática e intencionada el Estado de derecho en casi todos los aspectos”. “En concreto”, destaca Martini, “Italia muestra signos de ‘deterioro importante’ en sectores fundamentales como la justicia y la libertad de prensa”. Esta última está especialmente amenazada, puesto que está “sometida a una presión cada vez mayor, con ataques y violaciones sin precedentes, a menudo iniciados por funcionarios y miembros de la coalición gubernamental”. También se señala la erosión del espacio de debate público “alimentada por una 'fuerte criminalización de los activistas y las minorías, utilizada como instrumento de disuasión cuyo fin es silenciar cualquier disidencia’”.

Sin embargo, su política no empaña su luna de miel con los italianos: Según el último sondeo de Ipsos, la popularidad de Giorgia Meloni sigue siendo del 42 %, mientras que su partido se mantiene en primer lugar en cuanto a intención de voto, con un 27,3 %.

En colaboración con Display Europe, cofinanciado por la Unión Europea. No obstante, los puntos de vista y opiniones expresados son exclusivamente los del autor o autores y no reflejan necesariamente los de la Unión Europea ni los de la Dirección General de Redes, Contenidos y Tecnología de las Comunicaciones. Ni la Unión Europea ni la autoridad otorgante pueden ser consideradas responsables de las mismas.
ECF, Display Europe, European Union logos
Ver más comentarios Hacerse miembro para traducir los comentarios y participar

Desde la década de 1980 y la financiarización de la economía, los actores financieros nos han mostrado que los vacíos legales esconden una oportunidad a corto plazo. ¿Cómo terminan los inversores ecológicos financiando a las grandes petroleras? ¿Qué papel puede desempeñar la prensa? Hemos hablado de todo esto y más con nuestros investigadores Stefano Valentino y Giorgio Michalopoulos, que desentrañan para Voxeurop el lado oscuro de las finanzas verdes; hazaña por la que han sido recompensados varias veces.

El evento >

¿Eres un medio de comunicación, una empresa o una organización? Consulta nuestros servicios editoriales y de traducción multilingüe.

Apoya un periodismo que no conoce fronteras

Aprovecha nuestras ofertas de suscripción o haz una donación para fortalecer nuestra independencia

Sobre el mismo tema