Dos días después de las conversaciones en Minsk entre el presidente ucraniano Petro Poroshenko y su homólogo ruso Vladimir Putin, Kiev acusó a Rusia el 28 de agosto de "desplegar unidades armadas en el territorio ucraniano", informa Den.
Según el diario de Kiev,
Previamente Rusia ha suministrado armamento pesado y mercenarios a la auto-proclamada República Popular de Donetsk. Ahora estamos hablando ya de una invasión directa de tropas rusas en territorio ucraniano. Anteayer, los militares rusos tomaron la ciudad de Novoazok, así como varias localidades cercanas.
En cuanto a las reacciones de Occidente, el columnista Mikola Siruk afirma que
las recientes conversaciones de Minsk mostraron que Occidente no tiene una posición unificada. Y creo que la posición más destructiva proviene de Berlín y de París, que están flirteando con Putin y sus miedos, y que rechazan su aislamiento político. Putin en realidad le dijo a Occidente que actuará como le convenga. Y ahora quiere dictarle a Europa los términos y cambiar el orden mundial, usando a Ucrania como lugar de auto-afirmación. Sus objetivos tácticos son forzar a Ucrania a abandonar el acuerdo de asociación con la UE en su forma actual y forzar a Occidente a que reconozca a una Crimea rusa.