Tras la desgracia del rescate marítimo de cinco inmigrantes eritreos, únicos supervivientes de una embarcación en la que viajaban más de ochenta personas de Libia hasta la costa italiana, se ha levantado en Italia una controversia acerca de las políticas de inmigración. Il Messagero informa que el ministro de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, de la Liga Norte, ha acusado a la Unión Europa de "no haber respondido aún a la pregunta: ¿será posible que se trate de un problema que incumbe sólo a Italia? Los refugiados deben obtener asilo y sustento del conjunto de los países europeos, no sólo del país de llegada".
El gobierno italiano no sólo se ha enfrentado con la UE. Según el periódico católico Avvenire, también está estudiando la posibilidad de presentar "una rogatoria internacional contra Malta por no brindar auxilio en situación de peligro de muerte". El miércoles pasado una patrullera maltesa se aproximó al barco inmigrante sin llegar a abordarlo, sólo para proporcionarle alimentos y combustible para que pudiera proseguir su viaje hacia Italia. La ley internacional exige el rescate en el mar de cualquier persona en peligro, pero el gobierno maltés afirma que los cinco eritreos "se hallaban en buenas condiciones y deseaban continuar su viaje en el momento de la intervención de la patrullera".