Anuncio de una marca de ropa, prohibido en Francia en 2005.

La blasfemia no siempre hace reír

El equilibrio entre protección de la religión y libertad de expresión varía enormemente entre Irlanda y Grecia o entre Francia y Polonia. Una periodista sueca se pregunta cuándo se pondrá de acuerdo Europa en cuanto a sus principios.

Publicado en 11 marzo 2010
Anuncio de una marca de ropa, prohibido en Francia en 2005.

Varios artistas han sido condenados por blasfemia en países europeos. Irlanda acaba de aprobar una ley que castiga la blasfemia, mientras que Francia defiende a ultranza la laicidad de la sociedad. La Unión europea está más dividida acerca de la cuestión de la libertad de expresión de lo que está dispuesta a mostrar. En la agitación que siguió hace cuatro años a la publicación de las caricaturas de Mahoma en el Hyllands-Posten, faltó una voz: la de un frente unido de dirigentes europeos, movilizados para defender la libertad de expresión.

Un mosaico de legislaciones con interpretaciones contradictorias

En lugar de eso hubo un goteo de declaraciones matizadas que deploraban la ofensa infligida por los dibujos al tiempo que insistían en que una prensa libre e independiente era “uno de los principios fundamentales de nuestra Europa”. En conclusión, la Unión Europea estimó —de forma unánime, aunque vaga— que la publicación de esas ilustraciones era legal, pero imprudente. Políticamente hablando, sería sin duda aún más imprudente llamar la atención sobre las diferentes legislaciones europeas en materia de libertad de expresión, pues éstas dibujan un mosaico de interpretaciones contradictorias. El año pasado, Irlanda promulgó una ley en virtud de la cual los blasfemos que ofendan intencionadamente a los adeptos de una religión pueden ser condenados a una multa de 25.000 euros.

Le ley ha levantado un clamor de protesta tanto entre los ateos como entre los creyentes moderados, quienes la consideran como una legislación propia de la Edad Media. Otros se han preguntado por qué se ha aprobado el texto precisamente ahora. El redactor jefe del Irish Catholic consideró que la razón era sin duda que un nuevo “escándalo de las caricaturas” podría perjudicar a las empresas irlandesas, y que de este modo los periódicos se lo pensarían dos veces antes de publicar esta clase de contenidos. En 2005, un tribunal griego estimó que una obra [un cómic titulado “La vida de Jesús”] que incluía caricaturas de Jesús como un hippy y fumando marihuana era blasfema y emitió una orden europea de detención contra el caricaturista austríaco Gerhard Haderer, que todavía está pendiente de cumplir seis meses de cárcel en Grecia.

Recibe lo mejor del periodismo europeo en tu correo electrónico todos los jueves

Un doble lenguaje europeo

La artista polaca Dorota Nieznalska por su parte ha sido condenada a seis meses de trabajos de interés general por una instalación [titulada “Pasión”, que consistía en una cruz sobre la que se veía la foto de un pene] que arremetía contra el culto a la virilidad en la Iglesia Católica. Incluso en Francia, país que hace propaganda de ser un país estrictamente laico desde la Revolución, se ha prohibido una campaña de publicidad en la que se veía a Jesús rodeado de señoritas ligeras de ropa.

Pero ningún país europeo quiere acusar públicamente a otro de no respetar los principios fundamentales de la democracia, pues con ello corre el riesgo de provocar un conflicto diplomático y de aumentar la imagen de desunión del frente europeo ante el resto del mundo. Por eso los dirigentes europeos tienen tantos problemas para proponer un discurso claro y para dar respuesta a la crítica del mundo musulmán según la cual la Unión Europea mantiene un doble lenguaje en materia de libertad de expresión.

¿Te está interesando el artículo?

Es de libre acceso gracias al apoyo de nuestra comunidad. Publicar y traducir nuestros artículos tiene un precio. Para seguir informándote de manera totalmente independiente, necesitamos tu apoyo.

Suscribirse o hacer una donación

Live | Las promesas incumplidas de las finanzas verdes: nuestra investigación

Desde la década de 1980 y la financiarización de la economía, los actores financieros nos han mostrado que los vacíos legales esconden una oportunidad a corto plazo. ¿Cómo terminan los inversores ecológicos financiando a las grandes petroleras? ¿Qué papel puede desempeñar la prensa? Hemos hablado de todo esto y más con nuestros investigadores Stefano Valentino y Giorgio Michalopoulos, que desentrañan para Voxeurop el lado oscuro de las finanzas verdes; hazaña por la que han sido recompensados varias veces.

El evento >

¿Eres un medio de comunicación, una empresa o una organización? Consulta nuestros servicios editoriales y de traducción multilingüe.

Apoya un periodismo que no conoce fronteras

Aprovecha nuestras ofertas de suscripción o haz una donación para fortalecer nuestra independencia

Sobre el mismo tema