Si la industria y los automóviles se han hecho más limpios estos últimos diez años, el aumento del tráfico en Bélgica durante el mismo período anula esta evolución positiva.
Actualmente no es la industria, sino los automóviles, y en particular los coches con motor diesel, que constituyen la casi totalidad de las flotas de las empresas, las que se han convertido en la primera fuente de emisiones de partículas finas cancerígenas, según un informe gubernamental. El diario publica un mapa de Europa que muestra que el índice de óxido de azote- gas de efecto invernadero- es más elevado en Bélgica, en los Países Bajos, en la región de París y en el norte de Italia.
Live | IA, medios de comunicación y democracia: ¿una ecuación imposible?
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