Catherine Ashton tenía la “ocasión perfecta para protestar contra la bochornosa actitud de China en los premios Nobel”, opina el Dagens Nyheter. El 10 de diciembre, al asistir a la entrega del Nobelde la Paz en Oslo al disidente chino Liu Xiaobo, la Alta Representante de la UE en Asuntos Exteriores habría podido demostrar “que Europa no cede ante los intentos del régimen chino de silenciar a los defensores de los derechos humanos”. Por desgracia, lamenta el diario, a pesar de que Bruselas mantiene que Catherine Ashton no ha sido invitada, “lo que le ha impedido viajar a Noruega ha sido su deseo de complacer a la gran mayoría”. Para Dagens Nyheter “el mensaje es claro: su presencia en el Ayuntamiento de Oslo se traduciría en el deterioro de las relaciones con China”.
Todos los países de la UE han tomado parte en la ceremonia, de modo que, “como responsable de la diplomacia europea, Catherine Ashton podría haberse unido al grupo y terminar así con la excesiva prudencia que le caracteriza, para defender enérgicamente los derechos de Liu Xiaobo. Si la propia UE deja de defender los valores que la han unido, ¿cómo espera que puedan hacerlo los Estados, en su relación con la primera dictadura mundial?”.