“El BCE y Europa decretan el estado de urgencia”, anuncia Les Echos. En su última reunión como responsable del Banco Central Europeo, el presidente saliente Jean-Claude Trichet “desgranó ayer una serie de medidas ‘no convencionales’ de política monetaria, como durante la crisis 2008”, escribe el diario económico. La principal medida consiste en garantizar la liquidez de las entidades bancarias europeas más expuestas a la crisis de la deuda, durante un año o más. Otra operación para evitar la falta de liquidez consiste en la adquisición por parte del BCE de 40.000 millones de euros en cédulas bancarias en un plazo máximo de un año a partir de noviembre.
En paralelo, la nueva Autoridad Bancaria Europea (EBA) deberá reevaluar las necesidades de recapitalización al incluir el aumento de las primas de riesgo que los mercados han impuesto tras este verano sobre bonos del Tesoro de ciertos Estados, añade Les Echos. Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, pidió el seis de octubre que se produjese un nuevo esfuerzo de recapitalización en el sector bancario europeo. La reunión prevista para el domingo 9 de octubre entre Angela Merkel y Nicolas Sarkozy contemplará este asunto. La recapitalización de los bancos en dificultad debería ser uno el eje central de los debates de los jefes de Estado y de Gobierno del Consejo Europeo del 17 y 18 de octubre.