“El primer ministro Boiko Borisov dimitió el 20 de febrero después de que las manifestaciones por el alto precio de la electricidad tomasen las calles” de las ciudades más importantes y de que un manifestante se prendiese fuego.
Antes de dejar su cargo, inició un procedimiento para retirar la licencia a la compañía energética estatal checa, la CEZ, el mayor distribuidor eléctrico de Bulgaria.
La crisis también afecta a la República Checa, que teme que se repita la misma historia que en Albania. Tirana revocó la licencia de la CEZ la semana pasada por la misma razón.
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